Guardianes y Protectores
El Templo Shaolín de Songshan no sólo es considerado
la cuna de las artes marciales Chinas, sino también la cuna del budismo Chan o
Zen como se le conoce mejor en occidente. Con una historia de más de 1500 años
y con una gran influencia budista el Templo Shaolín está rodeado de gran
misticismo y leyendas, algunas originadas en China y otras importadas
directamente desde la India a través de la historia. No es de extrañar que cada
templo budista de China cumpla con ciertos parámetros y requisitos a la hora de
ser edificado o restaurado. Sin embargo, existe una figura de gran importancia
para Shaolín, y que es considerado como el guardián del Monasterio y como una
deidad del kung fu, su nombre es Jinnaluo Wang y su historia se remonta
a la Dinastía Yuan (1279 – 1368).
Hoy
en día existe muy poca información biográfica sobre Jinnaluo Wang (Kinnara). Se dice que en el año 1341 de la Dinastía
Yuan un monje excéntrico con un palo apareció inesperadamente y que luego
sirvió en la cocina del Monasterio Shaolín. La leyenda cuenta que este monje
defendió el monasterio contra el ataque de la banda de los Turbantes rojos
(bandidos que comúnmente asediaban poblaciones, monasterios, etc.) un 26 de
marzo 1351 durante la Dinastía Yuan. A partir de entonces, su leyenda se hizo
popular y Jinnaluo fue venerado como el dios guardián del monasterio. En su
honor se construyó una sala que lleva su nombre y en donde en su interior se
puede ver su figura sosteniendo un palo en sus manos y con aspecto desafiante.
La figura original fue destruida en el incendio de 1928 cuando el Monasterio se
dice que ardió durante más de 40 días.
Tal
como mencioné antes Jinnaluo (Kinnara) es venerado como un guardián budista y
es exclusivo del Templo Shaolín, y un santo patrón de todos los guerreros de Shaolín,
especialmente para aquellos luchadores diestros en las técnicas de palo. En
relación con este personaje histórico hay una versión marcial y una versión
budista a esta leyenda. En la versión marcial, Jinnaluo, al ver que sus
hermanos del monasterio no podían repeler a los bandidos, tomó un palo en
llamas de la hoguera de la cocina y se dirigió al encuentro de los bandidos a
los cuales hizo frente con su técnica personal de palo. En la versión budista,
Jinnaluo utiliza poderes mágicos para ahuyentarlos, poderes que, según la
leyenda, había adquirido a través de la práctica de la meditación chan (zen).
A los ojos de los bandidos, Jinnaluo se transformó en un gigante blandiendo un bastón en llamas por lo que éstos huyeron atemorizados. Hoy en día, Jinnaluo Wang es venerado por budistas y artistas marciales, al igual que la imagen de Da Mo (Bodhidharma) y en donde ambos forman parte del patrimonio del Templo Shaolín.
Shifu Bruno Tombolato (Madrid España)
Tomado de
https://www.shaolinspain.com/
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