Zuó Chan (Meditación Chan)
Sentarse
a meditar
El sentarse a meditar debe ser un compromiso-tarea diario de los guerreros Shaolín. Al estar sentado uno debe, con las piernas cruzadas sobre una almohadilla, mantener los ojos ligeramente cerrados, el Chi se mantiene por debajo de la región púbica, la columna debe formar una línea recta entre el cielo y la tierra, mentón recogido y espalda erguida. De esta manera los meditantes deben mantener su mente en calma, dejando pasar los pensamientos, como las nubes atraviesan la montaña.
En Shaolín cuidan particularmente tres objetos de estudio o desarrollo: Disciplina, estado de Calma y Sabiduría o Madurez. Para observar la Disciplina resultará necesario estar en un estado de calma mental. Una mente tranquila, despertará la sabiduría.
El estar sentado en meditación es un camino a la cultivación personal.
El sentarse a meditar debe ser un compromiso-tarea diario de los guerreros Shaolín. Al estar sentado uno debe, con las piernas cruzadas sobre una almohadilla, mantener los ojos ligeramente cerrados, el Chi se mantiene por debajo de la región púbica, la columna debe formar una línea recta entre el cielo y la tierra, mentón recogido y espalda erguida. De esta manera los meditantes deben mantener su mente en calma, dejando pasar los pensamientos, como las nubes atraviesan la montaña.
En Shaolín cuidan particularmente tres objetos de estudio o desarrollo: Disciplina, estado de Calma y Sabiduría o Madurez. Para observar la Disciplina resultará necesario estar en un estado de calma mental. Una mente tranquila, despertará la sabiduría.
El estar sentado en meditación es un camino a la cultivación personal.
El Zen
El zen es una palabra japonesa, sin embargo el origen de esta escuela se remonta a China, donde es conocido como Chan. Allí surge a partir de una síntesis entre el Taoísmo imperante en la región y las ideas budistas ingresadas desde la India. La palabra Chan tiene como origen el vocablo sánscrito dhyana, que significa aproximadamente meditación a la vez que hace referencia a una condición que está más allá de la dualidad sujeto - objeto.
El zen es una palabra japonesa, sin embargo el origen de esta escuela se remonta a China, donde es conocido como Chan. Allí surge a partir de una síntesis entre el Taoísmo imperante en la región y las ideas budistas ingresadas desde la India. La palabra Chan tiene como origen el vocablo sánscrito dhyana, que significa aproximadamente meditación a la vez que hace referencia a una condición que está más allá de la dualidad sujeto - objeto.
El Chan sostiene
que la mayoría de la gente tiende a pensar la palabra yo como haciendo
referencia a algo en nosotros que cuenta con una realidad bastante distinta de
cualquier otra cosa. Asimismo se suele creer que el mundo cuenta con otra clase
de realidad, que es bastante diferente de la realidad del yo, tan diferente que
el uno resulta extraño al otro. Tenemos certeza de que yo es o tiene algo que
si quisiéramos podríamos conocer y a la vez damos por sentado que cualquier objeto
externo, como una silla, un libro o lo que sea, constituye también una
substancia que podríamos conocer. Decimos que yo es mente, alma o espíritu, una
substancia más sutil mientras que la silla o el libro son materia burda, capaz
de ser desmembrada y usada.
Siguiendo un poco esta línea de pensamiento podemos afirmar “Yo estoy aquí” y “el mundo esta ahí fuera”, al otro lado del abismo. Si consideramos como real la percepción de “yo” y el “mundo”, se convierte en irreal cualquier posibilidad de ir más allá, hacia la unidad subyacente. Si esta unidad subyacente es real, entonces “yo” y “mundo” pasan a ser solo formas mediante las cuales esta unidad se manifiesta, y la realidad de ambas se torna relativa.
Cuando el budismo afirma que el “yo” y el “mundo” son ilusiones no quiere decir que éstos no existan, sino más bien que no existen de la manera como solemos creer que lo hacen, es decir, como entidades separadas y distintas.
Siguiendo un poco esta línea de pensamiento podemos afirmar “Yo estoy aquí” y “el mundo esta ahí fuera”, al otro lado del abismo. Si consideramos como real la percepción de “yo” y el “mundo”, se convierte en irreal cualquier posibilidad de ir más allá, hacia la unidad subyacente. Si esta unidad subyacente es real, entonces “yo” y “mundo” pasan a ser solo formas mediante las cuales esta unidad se manifiesta, y la realidad de ambas se torna relativa.
Cuando el budismo afirma que el “yo” y el “mundo” son ilusiones no quiere decir que éstos no existan, sino más bien que no existen de la manera como solemos creer que lo hacen, es decir, como entidades separadas y distintas.
Chan es entonces
trascender lo opuesto de yo y mundo, de vida y muerte, de aquí o allá. Este ir
más allá no implica un ir a ninguna parte sino más bien un cambio de
perspectiva. La comprensión de esto es fundamental en la práctica budista.
Muchas personas creen que meditar es salir de uno mismo, entrar en trance o alcanzar niveles más altos de conciencia. El Chan no pretende nada de eso. Yo y mundo son maneras de saber, podemos modificar las maneras de saber pero el conocer en sí permanece inmutable.
Muchas personas creen que meditar es salir de uno mismo, entrar en trance o alcanzar niveles más altos de conciencia. El Chan no pretende nada de eso. Yo y mundo son maneras de saber, podemos modificar las maneras de saber pero el conocer en sí permanece inmutable.
Meditación Chan
El Chan se acerca a esta experiencia trascendente a través de Zuó Chan, que quiere decir “solamente sentarse, practicar solo por practicar”. Se entiende el Zuó Chan como la práctica meditativa en la que la mente está involucrada con intensidad en sentarse solamente, es un estado intensificado de atención concentrada.
El Chan se acerca a esta experiencia trascendente a través de Zuó Chan, que quiere decir “solamente sentarse, practicar solo por practicar”. Se entiende el Zuó Chan como la práctica meditativa en la que la mente está involucrada con intensidad en sentarse solamente, es un estado intensificado de atención concentrada.
Para el Chan
entonces, meditar es sentarse; Zuó Chan (meditación) es Shikantaza (término japonés). No existe una
meta llamada iluminación, no hay un sujeto en busca del objeto. Si se comprende
esto, si se logra la práctica del Shikantaza, se está iluminado. No hay Buda,
no hay hombre. Un maestro Chan diría: - Matad al Buda- y eso es lo que hay que
hacer, matarlo cuando esté en alguna otra parte, en tanto sea objeto, pues lo
importante es reasumir la propia naturaleza de Buda. Por eso matar al Buda implica
ser el Buda, matar al Buda es también matar al hombre y eso es el Zuó Chan, eso es
la iluminación, un estar allí sentado.
La manera en que la práctica del Chan se hace posible es a través de la convicción, la auto convicción en la afirmación de que somos el Buda y que la meditación es iluminación por si misma.
La manera en que la práctica del Chan se hace posible es a través de la convicción, la auto convicción en la afirmación de que somos el Buda y que la meditación es iluminación por si misma.
Suele decirse
que la práctica del Chan es difícil. Esta no es difícil por el mero hecho de que
resulte arduo conseguir la iluminación. La dificultad reside en mantener
nuestra mente y nuestra práctica puras en su sentido original. El Chan utiliza
el término Shoshin, que significa mente de principiante. El propósito de la
práctica es mantener siempre pura la mente de ese principiante. Esta mente de
principiante es muy difícil de conservar. Shoshin implica una mente abierta,
vacía, pronta. A la mente del principiante se le presentan muchas
posibilidades.
Práctica de Sentado
Las tres formas correctas de sentarse son: la postura de medio loto (una pierna cruzada con el pie colocado sobre el muslo opuesto), la postura de loto completa (ambas piernas cruzadas y cada una colocándose sobre el muslo opuesto), y la postura normal de sentarse (con las piernas cruzadas pero no ubicadas sobre los muslos). Cualquiera de ellas servirá.
Las tres formas correctas de sentarse son: la postura de medio loto (una pierna cruzada con el pie colocado sobre el muslo opuesto), la postura de loto completa (ambas piernas cruzadas y cada una colocándose sobre el muslo opuesto), y la postura normal de sentarse (con las piernas cruzadas pero no ubicadas sobre los muslos). Cualquiera de ellas servirá.
Es necesario
suspender la cabeza para mantener el cuerpo erecto (mantener una energía suave
y sensible en la parte superior de la cabeza), hundir los hombros y ahuecar el
pecho.
Relaje y abra todo el cuerpo. Coloque la lengua contra el paladar superior. Los labios y los dientes se unen suavemente. Cierre levemente los ojos; esto se llama “bajar las persianas”.
Con respecto a las manos, coloque el dorso de la mano izquierda sobre el centro de la palma derecha, frente a la parte inferior del abdomen (tan-tien), de modo suave y flojo, sobre los muslos.
Después, cuando la mente y los pensamientos se hayan aquietado y la zona del ombligo se haya relajado, cuando no haya “yo” ni “otros”, y cuando se pueda ignorar totalmente todo pensamiento confuso, entonces se puede poner fin al examen constante y prestar atención al oído (se debe usar la audición interna y no la externa). Un dicho taoísta común dice: “Siempre tenga cuidado de detener a los Cinco Ladrones (alegría, ira, placer, pena y concupiscencia)”.
Relaje y abra todo el cuerpo. Coloque la lengua contra el paladar superior. Los labios y los dientes se unen suavemente. Cierre levemente los ojos; esto se llama “bajar las persianas”.
Con respecto a las manos, coloque el dorso de la mano izquierda sobre el centro de la palma derecha, frente a la parte inferior del abdomen (tan-tien), de modo suave y flojo, sobre los muslos.
Después, cuando la mente y los pensamientos se hayan aquietado y la zona del ombligo se haya relajado, cuando no haya “yo” ni “otros”, y cuando se pueda ignorar totalmente todo pensamiento confuso, entonces se puede poner fin al examen constante y prestar atención al oído (se debe usar la audición interna y no la externa). Un dicho taoísta común dice: “Siempre tenga cuidado de detener a los Cinco Ladrones (alegría, ira, placer, pena y concupiscencia)”.
Preste atención
a los oídos y el resultado será oídos que no escuchan lo externo; entonces la
esperma (ching) puede restablecerse en los riñones (sheng).
Ponga atención a los ojos y el resultado será ojos que no ven lo externo; entonces el espíritu (hun, espíritu sujeto al cielo) puede ser restablecido en el hígado (kan).
Preste atención a la boca y el resultado será el entendimiento tácito, sin habla; entonces el espíritu (shen) puede ser restablecido en el corazón (hsin).
Preste atención a la nariz y el resultado será una nariz que no olerá lo externo; entonces el espíritu (po, espíritu sujeto a la tierra) puede ser restablecido en los pulmones (fei).
Preste atención a la mente y entonces, cuando se aplique el “intento mental”, estará sin límites (wu-chi); entonces la mente (I) puede ser restablecida en el bazo (pi). Ching (energía regenerativa); shen (espíritu humano); hun (espíritu celestial); po (espíritu terrestre); i (intento mental); hsin (corazón); kan (hígado); fei (pulmones); pi (bazo) y sheng (riñones), todos pasarán por la restauración; cada uno volverá a su estado natural. Esto da como resultado la manifestación natural del zenit, donde a su vez, surge otro estado de percepción.
Los períodos de meditación deben ser una vez por la mañana, después de caminar y otra vez antes de acostarse.
Ponga atención a los ojos y el resultado será ojos que no ven lo externo; entonces el espíritu (hun, espíritu sujeto al cielo) puede ser restablecido en el hígado (kan).
Preste atención a la boca y el resultado será el entendimiento tácito, sin habla; entonces el espíritu (shen) puede ser restablecido en el corazón (hsin).
Preste atención a la nariz y el resultado será una nariz que no olerá lo externo; entonces el espíritu (po, espíritu sujeto a la tierra) puede ser restablecido en los pulmones (fei).
Preste atención a la mente y entonces, cuando se aplique el “intento mental”, estará sin límites (wu-chi); entonces la mente (I) puede ser restablecida en el bazo (pi). Ching (energía regenerativa); shen (espíritu humano); hun (espíritu celestial); po (espíritu terrestre); i (intento mental); hsin (corazón); kan (hígado); fei (pulmones); pi (bazo) y sheng (riñones), todos pasarán por la restauración; cada uno volverá a su estado natural. Esto da como resultado la manifestación natural del zenit, donde a su vez, surge otro estado de percepción.
Los períodos de meditación deben ser una vez por la mañana, después de caminar y otra vez antes de acostarse.
En caso de tener
tiempo libre por la tarde, también debe meditarse entonces. No importa si los
períodos son largos o cortos; por ejemplo, un cuarto de hora, una media hora o
una hora completa; cualquier período de tiempo bastará.
Con el sentarse
se pueden alcanzar estados exquisitos. Todo el cuerpo, interna y externamente,
estará excepcionalmente confortable y agradable. En la boca, la lengua está
oprimida (contra el paladar superior). Esto hará fluir la saliva y sabrá dulce
y agradable cuando se la trague. Esto se denomina “completamiento del fuego y
el agua”. Ésta es la unificación del mercurio (elixir) o chien (cielo) y kun
(tierra).
Cuando se empieza a aprender meditación de sentado, las cuatro extremidades se agitarán y se sentirá incomodidad. Los pensamientos serán incontrolables y será difícil detener el proceso del pensamiento. Aún después de un largo tiempo, se detendrá y recomenzará; pero naturalmente con el correr del tiempo, podrá librarse de ellos.
Cuando se empieza a aprender meditación de sentado, las cuatro extremidades se agitarán y se sentirá incomodidad. Los pensamientos serán incontrolables y será difícil detener el proceso del pensamiento. Aún después de un largo tiempo, se detendrá y recomenzará; pero naturalmente con el correr del tiempo, podrá librarse de ellos.
Al comienzo del
aprendizaje, es absolutamente necesario prestar atención a la incapacidad de
activar el chi. Respire sólo por la nariz; busque dominar esto naturalmente.
Para activar el chi es necesario lograrlo a través de la regulación correcta.
Entonces, se podrá entrenar el chi; de otro modo será fácil desarrollar una
práctica corrupta en la que el intento mental hace que el chi suba, produciendo
una congestión en el cerebro. Eventualmente se puede sufrir de un desorden del
sistema nervioso. El espíritu se dividirá internamente, causando sufrimientos
por enfermedades del corazón y estómago. Si el espíritu cae, entonces puede
sufrir de hemorragias de várices, intestinos o rotura de hernia.
Los beneficios de la meditación de sentado llegan después de un largo período de práctica. Cuando todo se une en la abertura y el ombligo, entonces se puede hacer circular el chi. Esto es kung-fu de gran logro, pero no se puede llegar a él sin la enseñanza ortodoxa verdadera.
Los beneficios de la meditación de sentado llegan después de un largo período de práctica. Cuando todo se une en la abertura y el ombligo, entonces se puede hacer circular el chi. Esto es kung-fu de gran logro, pero no se puede llegar a él sin la enseñanza ortodoxa verdadera.
Estos seis
caracteres juntos forman el Mantra del Gran Brillo de Seis Caracteres, cada uno
de los cuales es capaz de emitir luz brillante.
El primer
carácter es “nan” (Sánscrito: om). Cuando recitan este primer carácter, todos
los fantasmas y espíritus juntan sus manos de acuerdo a las normas de la práctica;
ellos no crearan confusión ni se revelaran. Este es el primer sonido del
mantra.
“Ma ni”
(Sánscrito: mani), significan sabiduría silenciosa. Con sabiduría uno es capaz
de entender todos los principios y es capaz de extinguirse silenciosamente.
También se lo interpreta como “Separarse de la impureza” que significa dejar
todo polvo e impureza. Puede ser comparado a una perla preciosa la cual es
extremadamente pura, sin impurezas. Cualquier virtud o excelencia que deseemos
hacer brotar de acuerdo a nuestros pensamientos, se realizará. Todo voto se
concretara. Estos son los beneficios.
“Pa mi”
(Sánscrito: padme). Significa luz que ilumina perfectamente y también se define
como “la apertura de un loto”. Es semejante a la maravillosa flor de loto la
cual es completa y sin impurezas. Es la maravillosa mente del Bodisatva
Avalokitesvara, (kuanyin). Esto es “pa mi”.
Después viene
“hung” (Sánscrito: hum), que significa “proteger y sostener”. Al recitar este carácter
todos los protectores del Dharma y buenos espíritus vienen para protegernos y
sostenernos. También significa “erradicar desastres” y “éxito”. Recite estos
caracteres y todas las dificultades serán erradicadas.
Recitando este
mantra de los Seis Caracteres de gran Brillo, los inmensurables Budhas,
Bodhisatvas y Protectores del Dharma constantemente nos protegerán. Esta es la
fuerza, poder y habilidad de este Mantra que es inconcebible.
Este Mantra es
el profundo, maravilloso corazón original (mente) del Bodisatva Avalokitesvara
- el que Contempla los Sonidos del Mundo - .
Sus meritos y virtudes son inmensurables e ilimitados. Si alguien recita el Mantra será protegido por todos los Budhas y Bodhisatvas, así como también por dioses y dragones. Este Mantra es capaz de destruir nuestra ignorancia y abrir nuestra sabiduría, someter a los demonios y curar enfermedades, dispersar las calamidades y prolongar el periodo de vida.
Sus meritos y virtudes son inmensurables e ilimitados. Si alguien recita el Mantra será protegido por todos los Budhas y Bodhisatvas, así como también por dioses y dragones. Este Mantra es capaz de destruir nuestra ignorancia y abrir nuestra sabiduría, someter a los demonios y curar enfermedades, dispersar las calamidades y prolongar el periodo de vida.
Shifu Shi Heng Huí, Mauricio Méndez Moreno
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